YOGUR DE PERAS A LA VAINILLA

Las agujetas del deporte estival

ese signo de que te has pasado con la operación bikini.

Como muchos ya sabréis, y si no ya lo digo yo, después de un “fortuito aterrizaje de posaderas” hace seis meses el deporte y yo nos peleamos hasta la fecha, día en que la tentación llegó en forma de camarita de ordenador y un videojuego que refleja tu imagen en la pantalla, convirtiéndote en un experto de kung-fu, o al menos en un intento patético de pateadora feroz.
Y claro, con cuatro puñetazos y cuatro pataditas tontas que pegue en la chuminá esta para crios ni me despeinaré. Nooo , que vaaaa, psche, apenas, sudé hasta la gomilla de las bragas, me pegué una torta contra la pared en una patada giratoria contra el dragón, un rodillazo en el suelo intentando evitar la garra del tigre, un tirón en el muslamen con una patada alta y un enfisema pulmonar corriendo de una lado pa otro para evitar el campo de fuerza de las dianas de las narices. Y por supuesto una mas que desagradable sensación de “voy a vomitar y luego me moriré” después de esta “paliza” de 20 minutos y el orgullo mas por el suelo que yo, buscando a la Bego que se pasaba dos horas diarias en el gimnasio, que combatía con hombretones de metro noventa, que hacia cien flexiones y luego todavía tenia humor para subirse a los tacones y clopclopear un rato.

Mis lorzas me han vencido.

Pero lo peor estaba por llegar, como si fuera un programa de “tu si q vales” cualquiera.
Rambo no tenia aplastadas las piernas, tenia agujetas. Dios mio!!no me siento las piernas, ni el culo, ni la espalda, solo las tetas y porque me duelen lo que no está escrito de tanto botecito! Suena el despertador y al intentar levantarte con las ganas de siempre te caes de la cama de cabeza porque tu cuerpo no ha reaccionado, y si suena el movil y estas en la otra punta de la casa tienes que correr asi como un pato con las patas de corcho y una perdigonada en el culo, chop, chop, chop, aiaiaiaia,, ya no te sientas, te desparramas , y no te levantas, tienes que rodar , agarrarte a reposabrazos, la lámpara, tu madre, y trepar hasta la posición medio erecta, porque estirarte del todo es como pretender que a Sara Montiel sonria ampliamente de lo que te tira todo, hasta respirar es doloroso.

Ni agua con azúcar ( ¿a quien se le ocurrió esa tontería? Seria al mismo de beber al revés para quitar el hipo), ni mas ejercicio ( eso se le ocurrió a un sádico) ni mas reposo ( eso a un mártir), ajo y agua hasta que tu cuerpo se le pase el enfado, te vuelva a “ajuntar” y decida que puedas volver a moverte.
Mientras tanto solo te queda lo mucho que te has reido con el jueguecito de marras, y el saber que si te duele todo es porque estas viva.

Y para cenar algo que no suponga mucho esfuerzo, un yogurcillo que además de sano esta muuy rico.

Ingredientes:

1 litro de leche desnatada
40 gramos y dos cazitos de leche en polvo
1 yogur la lechera
2 peras muy maduras
vainilla
miel

Manos a la obra

Se trocean las peras chiquititas y se cocinan con un poco de agua , vainilla y miel a fuego lento hasta que quede una especie de mermelada.

Se deja enfriar y luego se reparte en los tarritos.

Se mezcla la leche liquida, en polvo y el yogur y se llenan los vasitos.

A la yogurtera diez horas minimos detapados.

Se sacan, se tapan y minimo cuatro horas en la nevera antes de consumirlos.

Cuanto duren luego ya es tiempo record.